Futura economista. Me encantaría estar bajo el sol de Torreón. Por ahora mi madre y mi hermana disfrutan del calor mientras yo disfruto de la lluvia junto a mi padre. Es bello haber vivido en una ciudad pequeña situada al norte del país. Aquí aún no encuentro más de dos paisanos, pero sí nuevas amistades. Viviría cantando durante toda mi vida. Soy espiritual. Creo en el amor de la divinidad. Vivo incrementando mi conciencia cada día. Entendiendo: “Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios”.
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